Las hermanas Victoria y Florencia Aguirre Perdomo son dos jóvenes deportistas nacidas en la ciudad de Minas (Uruguay) que desde el mes de diciembre de 2008 a abril de 2009 tuvieron una destacadísima labor jugando en la Liga Argentina Femenina A-1 de Voleibol para el Club Bell Voley (de Bell Ville, Córdoba, Argentina, a 500 km. de la Capital Federal), equipo debutante en esta competencia y que terminó en la cuarta colocación en la clasificación final (tercero fue River Plate porque había culminado en mejor posición en la fase regular), luego de perder en semifinales ante Banco Nación, quien a la postre se quedó con el título al derrotar a Boca Juniors en la serie final por 3 a 1, consiguiendo así el bicampeonato. Bell Voley logró hacer historia ya que nunca un equipo debutante había llegado a estar entre los cuatro mejores del vecino país.
Desde el aspecto deportivo, lo producido por ambas hermanas, que juegan de centrales, fue realmente muy bueno. Florencia era la principal referente del equipo en ofensiva junto con Julia Benet (opuesto) y pese a sus 19 años, no le pesó la responsabilidad de ponerse el equipo al hombro, a tal punto que terminó siendo la máxima anotadora de Bell Voley con 214 puntos, y además, completó los pergaminos al resultar la mejor atacante de toda la Liga Argentina Femenina con una efectividad en la fase regular de 48% (108 puntos directos de remate; 96 intentos que fueron defendidos; solo 20 errores) y en los playoff de 50 % (62 puntos directos; 46 defendidos; 16 errores); a lo que también hay que sumarle la décima colocación en la tabla de goleadoras en los playoff con 70 puntos -superada solamente por jugadoras que disputaron los 4 partidos de la serie final-. Por su parte, Victoria (21 años), quien arrancó la Liga en el banco de suplentes e ingresaba por el doble cambio (la titular era la jugadora más representativa del club, con todo lo que eso implicaba), rápidamente se ganó el lugar entre las titulares en base a su calidad y condición de excelente jugadora, puesta de manifiesto en cada entrenamiento y partido, lo que se demostró posteriormente en los números al finalizar la Liga. “Vito” fue la tercera mejor bloqueadora en los playoff con 16 puntos, 34 toques y 16 faltas, aportando además 27 puntos en ataque y 4 de saque, quedando en el puesto 16º entre las máximas anotadoras en esa instancia definitoria.
Victoria y Florencia son dos bellvillenses más
Cuando llegaron a radicarse temporariamente en la ciudad de Bell Ville el 8 de enero de 2009 (pese a que habían jugado para Bell Voley en diciembre ante Boca Juniors y Banco Nación, en Capital Federal y Pergamino respectivamente), para la mayoría de los bellvillenses, Victoria y Florencia Aguirre Perdomo solo eran dos chicas de gran altura provenientes de Uruguay que se incorporaron a Bell Voley para jugar la Liga Argentina Femenina A-1 de Voleibol, aunque los conocedores de este deporte sabían de sus capacidades para la práctica de la disciplina por su paso anterior por otro club de la provincia de Córdoba como lo fue 9 de Julio Olímpico de Freyre.
Rápidamente se ganaron el cariño de la gente de Bell Ville (35 mil habitantes) por su forma de ser: simples, abiertas, siempre dadas y con muy buena onda en todo momento (en especial en las promociones que hacían en el centro de la ciudad) y más aun Florencia, la menor de las hermanas nacidas en Minas, que además aprovechaba a full la pileta del club para tomar sol, refrescarse, intercambiar palabras con los socios de la institución que de a poco se iban animando a preguntarle sobre su vida y el voley, y en algunas ocasiones hasta tomando apuntes y estudiando debido a que debía rendir un examen de una de las materias de la carrera de Arquitectura.
Bastó que disputaran los dos primeros partidos de local (ante Estudiantes de Paraná y Atlético María Juana, el 17 y 18 de enero) para que el público se sorprendiera del excelente nivel que tenían las dos hermanas uruguayas. De “Flor” llamó la atención el alcance de sus brazos a la hora de atacar (“que alto le pega esa chica”, comentaba la gente) y bloquear; mientras que de Victoria, la admiración se puntualizó en lo bien que bloqueaba, lo alto que saltaba, en cómo se mantenía en el aire durante un largo tiempo (“esta chica se suspende en el aire”, se decía) y en lo rápido que se acomodaba para el contraataque (solo los entendidos en voley y con una mirada más profunda observaron ese detalle). En ese momento pasaron de ser Victoria y Florencia Aguirre Perdomo a denominarse “las uruguayas”.
Desde el primer día que las conoció y entabló una relación, el coordinador de prensa de Bell Voley, Germán Monetto, les transmitió su premonición -“se viene el cantito chicas”- y la misma no tardó en llegar. El rival era Los Andes de Alcorta (Santa Fe) y de visitante, pero como sucedió en toda la Liga siempre había hinchas de Bell Voley alentando a pesar de las distancias geográficas y tras un gran remate de Florencia, se escuchó por primera vez el luego famoso “U-ru-guaya, U-ru-guaya” que después se repitió en el mismo partido ante un ataque de Victoria. De ahí en más, fue el canto que se escuchó tras cada punto logrado por las hermanas en cada uno de los partidos; hasta sus padres Gustavo y Liliana, junto con la hermanita Valentina -quienes viajaron a Bell Ville para pasar unos días en familia y observar los encuentros frente a Gimnasia y River Plate por la Fase Regular-, se emocionaron y hasta se les puso la piel de gallina al oír en vivo ese hit tan particular. La gente las quería cada vez más y a partir de allí las llamaban “las uru”.
Pasaban las semanas, los entrenamientos, los partidos y el amor de los bellvillenses para con ellas cada día era más fuerte y se hacía notar en cada autógrafo que tenían que firmar, en cada foto que les solicitaban, en cada saludo, abrazo y felicitación posterior a los encuentros. Para algunos todavía eran “las uru”, pero para otros (la familia de Bell Voley compuesta por plantel, cuerpo técnico, dirigentes, colaboradores y simpatizantes), pasaron a ser “Vito” y “Flor” o “Vito” y “El As”, apodos que se hicieron más fuertes aun y tomaron mayor relevancia luego de los relatos radiales de Germán Monetto (las adoptó como sus hermanas menores) cuando Bell Voley jugaba de visitante y toda la ciudad estaba pegada a la radio y hacía fuerza a lo lejos; hasta la Sra. Intendente de Bell Ville, Carmen Ceballos de Carbonetti, que no se perdía partido -ella era la hincha Nº 1 del equipo-, tras el triunfo ante Gimnasia y Esgrima La Plata de visitante por el primer partido de cuartos de final, solicitó recibir a todo el plantel al regreso a la ciudad, y allí en plena explanada del Palacio Municipal comenzó a felicitar a las chicas pero rápidamente hizo un alto y preguntó por una en especial: “¿Dónde está la Vito, Vito, Vito como gritaba el relator?”; al verla le dio un beso y un fuerte abrazo y después continuó con el resto del plantel.
Después vinieron la derrota ante Gimnasia en el segundo partido y la victoria en el tercer encuentro de la serie (con una gran actuación de las hermanas uruguayas, claves en el triunfo) que le dio a Bell Voley el histórico pasaje a las semifinales. Los festejos de ese lunes se extendieron hasta altas horas de la noche con medio centenar de bombas que se hicieron sentir en el cielo bellvillense y con las que toda una ciudad (que empezó a respirar voley con esta Liga) se hizo eco de esa alegría en cada uno de sus rincones, mientras que el plantel por primera vez en la Liga tuvo su noche de libertad para salir a disfrutar el logro que habían obtenido. Y muy bien merecido que lo tenían.
Aún restaban dos momentos importantes que vivieron y quedarán seguramente en el recuerdo por el resto de las vidas de Victoria y Florencia sobre su paso por Bell Ville. El primero de ellos llegó tras la eliminación de local frente a Banco Nación en semifinales, donde se reflejó el amor y cariño mutuo entre las jugadoras de Bell Voley y el público (1500 personas colmaron, como en toda la Liga, el Polideportivo Elías Proietti esa noche final) y donde tronó por última vez el grito “u-ru-guayas, u-ru-guayas” para las dos hermanas, ya en tono de agradecimiento y despedida.
Y la frutilla del postre en cuanto a reconocimientos llegó 48 horas después, cuando la Sra. Intendente María del Carmen Ceballos de Carbonetti recibió en el Palacio Municipal al grupo de Bell Voley, designando a las jugadoras como “Embajadores Deportivas Itinerantes de la Ciudad de Bell Ville” a través del Decreto Nº 145 - 2009.
El deporte derrumba fronteras y los deportistas rioplatenses a lo largo de la historia han dado muestras de ello, en este caso, dos hermanas uruguayas reafirman este concepto culminando una etapa de sus carreras con una brillante performance, pero también transformándose por su calidad humana en “Embajadoras” de una pequeña ciudad de la Argentina que tiene como principales íconos a la invención de la pelota de fútbol sin tiento (de boca invisible) y a quien naciera en su seno y fuera un gran futbolista como Mario Alberto Kempes; es esta la tierra donde Florencia y Victoria tendrán las puertas abiertas para siempre. Una vez más el deporte ha triunfado.
1 comentario:
EXCELENTE CRONICA GERMAN Y HERNAN!! DA GUSTO LEER ESTOS ARTICULOS CUANDO LO HACEN GENTE SERIA Y CAPACITADA.
AGREGAR ALGO MAS DE FLORENCIA Y VICTORIA SERIA UTOPICO,ESTA NOTA REFLEJA LA COINCIDENCIA DE MUCHOS DE NOSOTROS SOBRE SUS VIRTUDES HUMANAS Y DEPORTIVAS.
FELICITACIONES MUCHACHOS!!
PABLO SAINI
Publicar un comentario